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Confesión

de Fe

¿En qué creemos?

Creemos que Dios es el Creador de todo el Universo y que, por tanto, lo que vemos no es fruto de la casualidad.

Dios es completamente bueno y todo lo que creó era bueno.

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Creemos que Dios nos creó para tener una relación de amor con nosotros y anhela que correspondamos a este
amor.

Creemos que Dios puso al ser humano como señor de la creación para que la cuidase. 

Creemos que el primer hombre y la primera mujer decidieron darle la espalda a Dios y constituirse en sus propios dioses, buscando hacer aquello que a ellos les parecía.

Esto puso la tierra bajo maldición, ya que sin Dios, no hay nada bueno.

 

 

Creemos que el ser humano entregó la autoridad que había recibido a satanás, un ángel caído que, junto con un ejército de ángeles rebeldes, se ha enfrentado a Dios desde el principio.

Creemos que el dominio de satanás en el mundo se nota en toda la maldad que vemos a nuestro alrededor y dentro
de nuestro corazón. Creemos que el ser humano nace con la condición de pecado que le atrae al mal y que se
manifiesta de muchas maneras (celos, envidias, resentimientos, tristezas, odios…).

Si no es corregido, el mal crece y acaba encadenándonos a todo tipo de pecados, adicciones, amarguras y complejos y que, finalmente, nos lleva a la muerte: la muerte de las relaciones, la muerte de la esperanza, la muerte de la inocencia…

Creemos que Dios quiso restaurar nuestra relación con Él desde el principio y puso en marcha un plan de rescate.
Creemos que buscó la manera de comunicarse con el ser humano a través de profetas y que inspiró a personas fieles
que escribieron la Biblia.

Por tanto, que la Biblia es la Palabra de Dios y todo lo que hay escrito en ella es cierto y lo será para siempre.

 

Creemos que no podemos salvarnos a nosotros mismos y que, por propia elección desde el momento en el que
tenemos uso de razón, somos merecedores del infierno, es decir, de una eternidad de sufrimiento lejos de Dios.
Hemos vivido diciéndole a Dios que no queríamos saber nada de Él y Él ha decidido respetar esta decisión, aunque
esto haya entristecido profundamente Su corazón y nos haya traído consecuencias terribles a nosotros, que también
han afectado a aquellos que tenemos cerca.

 

Creemos que Dios nos amó tanto que envió a Su Hijo Único para que todo el que cree en Él no se pierda, es decir, no
vaya al infierno, sino que tenga vida eterna, es decir, que disfrute por toda la eternidad en la presencia de Dios en el
cielo y tenga vida abundante aquí en la tierra.

Creemos que Jesús nació de una virgen, vivió en la tierra haciendo el bien, sanando a los enfermos, resucitando a los
muertos, liberando a los endemoniados y enseñándonos el corazón del Padre.

Él entregó voluntariamente su vida para sufrir el castigo que nosotros merecíamos y recibir la ira del Padre por todo el pecado de todos los tiempos sobre sí y así poder satisfacer la justicia de Dios, que no podía pasar por alto nuestra maldad pero que no quería condenarnos al infierno.

Creemos que murió crucificado y que su cuerpo resucitó a los tres días, que se apareció a sus discípulos y a más de quinientas personas durante cuarenta días y que después subió al cielodonde reina a la diestra del Padre con toda autoridad.

​

Creemos que las religiones son intentos humanos para transformarnos, que pueden enseñar buenos principios de
conducta pero que el Único Camino de Salvación es Jesucristo, ya que Dios no ha dado al hombre otro nombre en el
que pueda recibir salvación.

 

Creemos que el único requisito que Dios nos pide para recibir esta salvación es el reconocimiento de nuestra
condición de pecado y la fe (=confianza) puesta en Jesucristo. Creemos que cuando nos arrepentimos y
reconocemos a Jesús como Señor y Salvador, recibimos una vida nueva, experimentamos un nuevo nacimiento y nos
convertimos en hijos de Dios Creemos que Dios envía el Espíritu Santo a nuestras vidas y nos da el deseo de
agradarle.

Creemos que el Espíritu Santo es Dios viviendo en cada uno de los que creemos en Él, es quien nos convence de pecado y nos guía al arrepentimiento..

 

El Espíritu Santo nos guía a toda Verdad, nos capacita para obedecer a Dios y vivir libres de pecado y nos da los dones y la unción necesarios para servirnos unos a otros, para anunciar estas
buenas noticias a todo el mundo y para predicar salvación, sanidad y libertad en el Nombre de Jesús.

Creemos que desde el momento en el que nos rendimos a Él, Dios empieza una obra de restauración en nuestras
vidas que durará hasta que un día le veamos cara a cara.

Creemos que las buenas obras son la consecuencia de
nuestra salvación y que Dios las ha preparado para nosotros día a día. 

Él tiene un plan para cada
persona y que vivir para darle la gloria a Él es nuestro más grande propósito y nuestro privilegio.

 

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Creemos que la Iglesia es el conjunto de todos los creyentes de todos los tiempos y de todas las regiones de la tierra, que es la familia de Dios y que está destinada a convertirse en la esposa de Cristo.

 

Creemos que cuando nos giramos a Dios y le pedimos perdón por nuestros pecados pasamos a formar parte de la Iglesia y que, unirnos a una iglesia local, es vital para poder servir y recibir la enseñanza necesaria para convertirnos en discípulos de Jesús.

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Creemos que un día que no sabemos, Jesucristo volverá a buscar a Su Iglesia y que después juzgará a todos los seres
humanos, acabará con el mal y reinará eternamente con justicia y verdad.

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Creemos que si los hijos de Dios morimos antes de ese día, nuestro cuerpo quedará en la tierra pero nuestro espíritu
y nuestra alma irán directamente a la Presencia de Dios. Creemos que un día Dios nos dará un cuerpo nuevo y
viviremos por toda la eternidad disfrutando de estar con Él. Creemos que Dios secará toda lágrima de nuestros ojos
y cumplirá nuestro anhelo más grande: ver cara a cara al Amor de nuestra vida, al Padre eterno que nos creó y luchó
para salvarnos, a Jesús, que se humilló hasta el máximo y entregó Su vida para rescatarnos y al Espíritu Santo que,
con toda fidelidad, nos ha guiado a la salvación.

 CREEMOS QUE

Reinaremos con Él 

para siempre

y no habrá más muerte, ni dolor, ni gritos, ni sufrimento.

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